Aunque agosto es tradicionalmente un mes de vacaciones, en nuestra comunidad rural el trabajo nunca se detiene. Este mes, aprovechamos para reflexionar sobre los logros alcanzados en la primera mitad del año y los desafíos que hemos enfrentado.
Hasta ahora, hemos hecho progresos significativos en nuestras tres líneas de acción. La certificación ecológica está en marcha, y la siembra ha sido un éxito, aunque el porcentaje de germinación de las semillas ha estado por debajo de lo esperado. Esto se ha podido deber al ataque de agentes bióticos como los pájaros o a las características del suelo como la acidez u otras sustancias alelopáticas derivadas de las plantas anteriormente existentes en la parcela totalmente abandonada más de 20 años.
La variabilidad climática ha presentado desafíos en nuestra producción agrícola, lo que nos ha llevado a ser flexibles y adaptarnos a las condiciones cambiantes. Este mes, hemos estado trabajando en nuevas estrategias para mitigar estos riesgos y asegurar que nuestro proyecto continúe avanzando.
A medida que entramos en la segunda mitad del año, nos sentimos motivados y listos para enfrentar los retos que se presenten. La colaboración y el apoyo de nuestra comunidad son vitales para el éxito de este proyecto, y estamos agradecidos por cada paso dado en este viaje. Además, la tecnología CLO 3D ha mejorado nuestras capacidades de diseño, permitiéndonos innovar de manera efectiva.
Nuestro proyecto fue ganador de una subvención otorgada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, regulada por la Orden TED/1358/2021, de 1 de diciembre, por la que establecían las bases reguladoras para la concesión de subvenciones para la financiación de proyectos innovadores para la transformación territorial y la lucha contra la despoblación.