"Cada vez soy más consciente de la falta que hace darle un espacio al aspecto mental dentro del deporte y más siendo de élite"
Tercera entrevista con nuestras "8M - Imparables", y hoy charlamos con Lucía Díaz, jugadora del Club de Rugby Majadahonda, Internacional España XV y 7s y Campeona de Europa en Rugby XV.
Empezaste a jugar al rugby con tan solo 5 años. ¿Cómo recuerdas tus inicios? ¿Cuál fue la casualidad que te llevó a iniciarte en el rugby a tan temprana edad?
La verdad es que recuerdo poco porque empecé muy joven, pero lo que recuerdo es haber sido muy feliz y que me lo tomaba como un juego donde disfrutaba de los amigos del equipo y de los entrenos como cualquier niñ@.
Empecé a jugar junto a dos amigos y compañeros de clase. Una de sus madres nos llevó a un entrenamiento y nos lo pasamos tan bien que mi madre decidió seguir llevándome.
Actualmente amadrinas clubes como parte del proyecto #YoSeréLeona. ¿Te sientes identificada cuando ves a esxs niñxs? ¿Haber empezado tan joven en el rugby te ayuda a la hora de empatizar con ellxs?
Me recuerdan a mi cuando empecé la aventura del rugby, por supuesto. Creo que, de cara al futuro, empezar en edades tempranas te da una ventaja a la hora de adquirir habilidades lo antes posible por lo que animaría a todos lxs niñxs a empezar cuanto antes.
¿Qué consejo le darías a todxs lxs indecisxs que se están planteando empezar a jugar al rugby?
Que le den una oportunidad aunque al principio les cueste entenderlo o le tengan cierto reparo por el contacto. No deja de ser un deporte o un juego donde vas a disfrutar y aprender no sólo habilidades deportivas sino también valores vitales.
¿Has echado algo en falta en tus inicios en el rugby que consideres imprescindible para las generaciones que vienen?
Con el tiempo me he dado cuenta de la importancia de la coordinación corporal y el saber correr de forma correcta. Mirando hacia atrás, quizás me hubiera gustado que me hubieran enseñado más este aspecto, porque tiene gran impacto y utilidad a largo plazo.
¿Cómo fue el salto a la Selección Española? ¿Cómo recuerdas esa primera convocatoria?
Mis primeras convocatorias tanto con la selección de 7 como de 15 fueron a los 17 años. Las viví con mucha ilusión y emoción, pero también con los típicos nervios de estar en un entorno así con gente con tanto nivel.
Supuso un cambio en la forma de tomarme el rugby, ya no tanto como un hobby sino como algo más serio donde debía trabajar mucho y dedicarle más tiempo, sobre todo al aspecto físico.
Con la Selección Española has participado en varias competiciones internacionales. ¿Cuál de ellos viviste con mayor ilusión?
Supongo que los primeros partidos con la selección y campeonatos de Europa son siempre especiales por el hecho de ser los primeros, pero recuerdo de forma especial la gira que hicimos a Sudáfrica donde estuvimos 3 semanas con 3 partidos de preparación al mundial. Fue especial por 2 motivos: era la primera vez que me iba tanto tiempo con la selección y además tan lejos.
Fue una experiencia única, donde pude además gozar de bastantes minutos internacionales y también ver cómo se vivía el rugby en otro lugar donde la cultura y la manera de vivir es tan diferente de la nuestra.
Mundial todavía no he participado en ninguno, es mi espinita y objetivo deportivo.
Actualmente estás estudiando Psicología. ¿Cuán importante es la salud mental en el deporte de élite?
Cada vez soy más consciente de la falta que hace darle un espacio al aspecto mental dentro del deporte y más siendo de élite. Es fundamental para el trabajo tanto individual como de grupo. Aspectos como la presión, motivación, actitud, el ambiente de un equipo, alcanzar objetivos o el gestionar quedarte fuera de una convocatoria o ser suplente, son ejemplos de cuestiones que no siempre se saben resolver de forma adecuada y facilitaría tener una ayuda externa. Y no solo para jugadoras sino también para el cuerpo técnico.
Yo personalmente lo he echado en falta, y más en el ambiente de la selección. Desde que decidí acudir a terapia por mi cuenta, he sabido gestionar todo tipo de situaciones de forma diferente y me ha ayudado a madurar y ver las cosas con otra perspectiva.
Ojalá en el futuro se valore más la necesidad, importancia y falta que hace y se le de cabida en el rugby.
¿Tus retos para 2022?
En el ámbito rugbístico me gustaría llegar a lo más alto posible con mi club, Majadahonda, tanto en la liga de XV como de 7 y poder disputar minutos internacionales con el equipo de 7 en algún torneo.
Y fuera de este contexto me gustaría poder acabar la carrera de psicología, ya que me encuentro en el tramo final.
Algo a reivindicar todos los 8 de marzo
Que se les dé a las mujeres el espacio que merecen en cualquier ámbito y que se valore su trabajo de la misma manera que a los hombres. Es trabajo de todos conseguir reducir las desigualdades en todos los ámbitos y aspectos hasta que, ojalá un día, el género no sea un problema para nada.
Tu mejor recuerdo de las competiciones en las que has participado
Recuerdo con mucho cariño las 3 competiciones de la Copa de la Reina donde ganamos de forma consecutiva. Se creó un ambiente y espíritu de grupo muy bueno unido a la satisfacción deportiva de estar haciéndolo bien y conseguir revalidar el campeonato cada año.
La derrota que más te ha dolido
El año pasado tuve un par. Tanto la final de la liga contra Cisneros como el quedarnos fuera de la clasificación en el mundial de Nueva Zelanda tras perder contra Escocia e Italia. Fue bastante doloroso y sin duda tuve que hacer un gran trabajo para sobreponerme a ambas.
Tu referente en el rugby
Mis referentes son aquellas Leonas que han ido dejando su legado y las cuales han tenido una enorme dedicación y esfuerzo por defender la camiseta y enseñarnos el espíritu del grupo y el significado de ser una leona a las que íbamos llegando.
Pero hay dos jugadoras que sin duda me han servido de ejemplo cuando era muy pequeña y son Marina Bravo e Isis Velasco. Ambas me entrenaron en categorías inferiores y fueron jugadoras en mi club donde yo las empecé a admirar. Además, he tenido la oportunidad de compartir terreno de juego con cada una de ellas tanto en la selección, en el caso de Marina, como en el club, en el caso de Isis.
Si tuvieras que destacar un valor del rugby por encima de todos, ¿con cuál te quedarías?
El compañerismo y la solidaridad.
Un tercer tiempo que permanecerá para siempre en tu memoria
El de la final del año pasado, que a pesar de haber perdido nos juntamos mucha gente del club y externas al club y lo pasamos increíble. Como hacía mucho tiempo.
París 2024, ¿sí o no?
Esperemos que sí.
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