"Mi referente son 2 jugadoras de Las Abellonas de Lalín: una mamá y una abuela"
El 8 de marzo de celebra el Día de la Mujer y nosotros lo celebramos conversando con 5 grandes jugadoras del rugby español.
Hoy hablamos con Rocío García Eiras, ex-jugadora del Club de Rugby Lalín , del Campus Rugby Ourense y del Club de Rubgy Arquitectura Técnica (CRAT) . Disputó 3 Mundiales con la Selección Española y fue nombrada mejor pilier en el Mundial de Canadá 2006.¿Cómo recuerdas tus inicios en el mundo del rugby? ¿Cuánto ha cambiado el rugby en España desde tus inicios hasta el día de hoy?
Quiero pensar que ha cambiado mucho. Hay muchas cosas por las que seguir luchando, pero en general ha cambiado muchísimo.
Yo ahora veo a las chicas que están jugando y digo: ¡por las que pasamos hace 20 años! Recuerdo que con la Selección Española íbamos a concentraciones de 40 jugadoras, y contábamos con un equipo técnico de 2 adestradores y, a veces, 1 fisioterapeuta y 1 médico.
La mentalidad de las jugadoras también fue evolucionando, y la formación, uno de los puntos más importantes en los que se avanzó. Ahora tanto las jugadoras como los entrenadores están más preparados y las jugadoras tienen una mentalidad de formarse que no había antes.
Por poner un ejemplo: nosotras en el primer equipo femenino que hubo en Lalín, ninguna de las compañeras tenía ni idea de jugar. Íbamos a entrenar los viernes porque nos gustaba, pero ninguna tenía ni idea.
Ahora vas a entrenar y sabes que tienes una dinámica de entrenamiento toda la semana. Hoy veo un equipo de rugby y casi me atrevería a decir que no se percibe diferencia del 1 al 15, están todas espectaculares, pero antes no se trabajaba tanto eso.
¿Y a nivel de formación?
A día de hoy hay una gran diferencia entre las jugadoras que empiezan a jugar en la Universidad (como fue mi caso) y las que empiezan con 4 o 5 años, pero por aquel entonces no había esa diferencia, porque todas las que jugábamos empezábamos en la época universitaria.
Ahora por suerte hay formación, trabajo de campo, trabajo en las escuelas…, y están saliendo niñas que empiezan a entrenar con 6 o 7 años, y como pasen por los equipos juveniles entrenando con chicos, llegan a senior y son una pasada. En Galicia ya hay chicas que están despuntando que son una maravilla, que llegan con 17 años con una técnica impresionante. Pero eso hace 15/20 años no lo había, por lo que imagino que algo se está haciendo bien.
Otro de los aspectos que creo que ha influido positivamente en el rugby femenino en España es la existencia a día de hoy de varias categorías. Cuando yo jugaba solamente había la liga regional y la Copa de la Reina. Por suerte ahora tenemos una liga División de Honor que se retransmite en Teledeporte. Se ha avanzado mucho, y los medios de comunicación tienen mucho que ver en la normalización del rugby en nuestro país.
Empezaste a jugar al rugby de una forma tan amateur y al poco tiempo ya te convocaron para jugar con la Selección. ¿Cómo recuerdas esa primera convocatoria?
Recuerdo que era un 28 de diciembre (Día de los Inocentes), llegó la carta al club y la secretaria se puso en contacto conmigo. Yo pensé que era una inocentada y le dije: “mira esta no me la metéis”. Pero si que era verdad, y allá fui a Tarazona. Era diciembre de 2002 y desde entonces, no tuve ni Navidad ni Semana Santa…
Me sorprendió mucho. No tanto por el hecho de no estar preparada, pero por el hecho de que era una chica de un pueblo de Lalín, hace 20 años, que yo decía: “cómo una chica de Lalín, en las circunstancias que entreno, dónde estoy, cómo llego a una concentración en Tarazona para una selección nacional.” No sabía quién se había fijado en mí para en 2 años llegar a la Selección Española.
"El rugby me cambió la vida"
Empezaste en el rugby “de casualidad”. ¿Puedes decir que es una de las “mejores casualidades” de tu vida?
Con el paso del tiempo y la experiencia, he aprendido que las casualidades no existen: las casualidades hay que buscarlas. Es cierto que empecé en el rugby de repente, pero no por casualidad.
Yo ya formaba parte del primer equipo de rugby que hubo en Lalín. Quizás la casualidad fue que tenía un primo que jugaba al rugby y como empecé a salir con su pandilla, que era el ámbito del rugby en el pueblo, las chicas que estábamos en esa pandilla decidimos empezar a entrenar.
Si no fue casualidad, no lo sé. Si fue casualidad, fue una de las mejores casualidades de mi vida. El rugby me cambió la vida. A partir del día que decidí entrar en un campo de rugby, hasta ahora, todo lo que me fue pasando en la vida fue relacionado con el rugby. Estudié aquí porque había rugby. Después me mudé de Lugo para Ourense porque en aquel momento estaba jugando en Ourense. Busqué un trabajo que me permitiera compaginar para ir a las concentraciones de la selección. Conocí a mi marido entrenando en el gimnasio…
El rugby fue marcando mi vida y me fue bien, por lo que sin lugar a dudas tengo mucho que agradecerle a este deporte.
En el Mundial de Canadá fuiste considerada la mejor pilier. ¿Qué ha aportado este nombramiento a tu carrera deportiva? ¿Te ha dado más fuerza para seguir luchando?
Por supuesto, fue como un impulso a seguir. Era mi primer mundial cuando llevaba solamente 4 años con la selección. Ahora me parecen pocos años porque estuve 15, pero en aquel momento, llegar a un mundial era lo máximo a lo que podía aspirar con una selección nacional.
Para mí aquel nombramiento fue algo revulsivo para seguir luchando por lo que quería. Luchar yo y conmigo todas mis compañeras para seguir creciendo, para ayudar a que el rugby siguiera adelante en un pueblo como Lalín, que no es fácil. Tener una jugadora internacional, elegida de las mejores, anima a pensar que algo se está haciendo bien.
El nombramiento no pasó para nada desapercibido en Lalín. Éramos jóvenes, salíamos todos los fines de semana y los sábados por la noche lo único que hacíamos era ir de pub en pub buscando gente para unirse al club. Yo intentaba por todos los medios aportar mi grano de arena, porque si algo tiene el rugby es que es un deporte de equipo, una sola no hace nada. Ese nombramiento fue muy revulsivo para mi pero yo necesitaba 14 compañeras en el campo. Así que estuvimos luchando, como están luchando las chicas que están ahora.
Es un nombramiento que voy a recordar siempre sobre todo porque fue sufrido, ya que un mes antes del mundial tuve una lesión bastante importante. Los traumas me decían que necesitaba mínimo un mes de reposo y que veían imposible que fuera al mundial. Pero yo luché y lo conseguí. Es un episodio de mi vida que nunca olvidaré. Después de tanta lucha, recibir tal reconocimiento me supuso una satisfacción personal enorme.
En varias entrevistas has manifestado las diferencias entre el deporte de élite masculino y el femenino. ¿Crees que se está haciendo algo para reducir la desigualdad de género en el deporte en general y en el rugby en particular?
Quiero pensar que hay menos desigualdad, pero todavía sigue habiendo. Estuve muchos años en la selección y fue una lucha constante por ese tema; la selección femenina siempre tuvimos que demostrar con trabajo y esfuerzo que podíamos estar ahí al mismo nivel que ellos.
El hecho de que se llegara a unas Olimpiadas fue un impulso importante para el rugby en general, tanto masculino como femenino, algo que también nos ayudó mucho. En la actualidad, las Leonas siempre están ahí; en los campeonatos de Europa si no ganan están en la final. Desde que yo estoy, perdimos la clasificatoria para el mundial de Londres pero después estuvimos en los 3 últimos mundiales. Estamos ahí pero tenemos que seguir demostrando que podemos estar ahí. Es una lucha constante.
"Todo eso que envuelve al rugby merece la pena y mucho"
¿Qué mensaje le mandarías a todas las niñas/chicas/mujeres que se están iniciando en el rugby?
Que prueben. El rugby es probar. La mayoría de amigas/compañeras/jugadoras que no conocían el deporte y las animamos a jugar, el día que probaban, se quedaban. Conozco muy pocas que probaran y no siguieran.
¿Qué tiene el rugby? Lo desconozco. Creo que es más que un deporte, por lo menos en mi caso. Yo valoraba los entrenamientos, pero también los post-entrenamientos, las cañas con los amigos, con tu pandilla. Al final haces un club, una familia. Todo eso que envuelve al rugby merece la pena y mucho.
Y también el deporte en sí. Es un deporte de contacto, un deporte de equipo en el que luchas tú con todos tus compañeros y eso lo hace diferente. Por eso digo que si pruebas te engancha.
¿Y a los padres para que animen a sus hijos/as a probar el rugby?
Creo que ahora ya se le perdió el miedo al rugby, ya se empieza a normalizar más en nuestro país.
Hay padres que son reacios, pero muchas veces es ignorancia. Hay que probar, experimentar,... por suerte ahora los niños y niñas tienen cantidad de deportes entre los que escoger. Lo importante es que hagan deporte, para mi la base de todas las ciencias, y que prueben hasta que encuentren el que les gusta.
Y a los padres animarlos e incentivarlos a que sus hijos practiquen deporte. Son muchos los valores que se aprenden innatamente jugando, además de disciplina, compromiso, constancia… Pienso que al deporte en general se le debería dedicar más horas.
¿Animas a tus hijos a seguir tus pasos?
Todavía son muy pequeños (tienen 3 y 6 años). La niña (6 años) sí que me pregunta, porque en casa sólo hay pelotas ovaladas y vemos partidos de rugby. Van criados en ese ambiente pero va a ser lo que ellos quieran y empezarán cuando ellos lo decidan.
Actualmente está haciendo atletismo, que es muy importante una buena base de atletismo para cualquier otro deporte. Cuando yo empecé en Lalín no había atletismo y después en la selección me encontré con compañeras que habían hecho atletismo previamente y se les notaba un mundo, principalmente en la técnica de carrera. Yo corría y tenía fuerza porque por suerte tenía fuerza innatamente, pero era fuerza bruta, no fuerza controlada y entrenada.
"Los ex-jugadores de rugby no existen"
Aunque estás retirada de la competición, ¿sigues implicada en el rugby?
Me retiré de los campos de juego (ríe). Hay un refrán que dice que los ex-jugadores de rugby no existen; siempre vas a ser jugador de rugby toda tu vida, y yo quiero pensar que lo soy, no federada ni con licencia, pero ahí seguimos.
Actualmente formo parte del equipo directivo de la Federación Gallega de Rugby y estoy ahí para todo lo que pueda aportar. Ya que ahora no puedo aportar dentro del campo de juego, pues seguir aportando fuera. Además, soy la primera mujer que entra en una federación, así que algo hay que aportar. Al final somos muy pocos por lo que tenemos que unirnos para seguir adelante.
¿Algo que te gustaría reivindicar este 8 de marzo?
Hay tanto que reivindicar… pero resumiría todo en una palabra: “respeto”. Creo que se está perdiendo mucho el respeto entre géneros, tanto de hombres a mujeres como de mujeres a hombres. Necesitamos un poco más de respeto hacia la sociedad en general.
Es cierto que históricamente se celebra el 8 de marzo el día de la mujer trabajadora, pero yo soy de las que piensa que el camino se hace andando y luchando. A las mujeres nos tocó luchar toda la vida y lo tenemos que seguir haciendo.
Tu mejor recuerdo de los mundiales en los que has participado
El mejor recuerdo fue sin duda el mundial de Canadá. Era mi primer mundial y mi objetivo era llegar allí, y ser nombrada como la mejor jugadora en tu puesto… para mi fue uno de los mejores momentos.
"Hay que jugar cada partido como si fuera el último que vas a jugar en tu vida"
La derrota que más te ha dolido
Las derrotas duelen mucho, y duelen todas. A mi me duelen especialmente porque soy muy sentimental y de lágrima fácil, pero si tengo que mencionar una, diría cuando perdimos el clasificatorio para el mundial de Londres en 2010.
Después de eso todavía fui al mundial de París y al de Irlanda, pero en aquel momento pensé que sería el último. Por eso siempre le digo a las compañeras: “hay que jugar cada partido como si fuera el último que vas a jugar en tu vida, porque nunca sabes si vas a jugar el siguiente partido, o si vas a jugar con las mismas, así que hay que darlo todo porque hoy se acaba todo”.
Tu referente en el rugby
Nunca tuve ningún referente, ningún ídolo.
Para mi el referente son 2 jugadoras de las Avellonas de Lalín: una mamá y una abuela. Dos jugadoras que llevan ahí muchos años luchando para que su equipo siga adelante. Si 27 Leonas llegan a la cúpula es porque debajo hay jugadoras como estas dos que en sus equipos base están luchando para que haya una o dos que despunten. Toda mi admiración y mi apoyo va para ellas.
Si tuvieras que destacar un valor del rugby por encima de todos, ¿con cuál te quedarías?
El del respeto, indudablemente. Al ser un deporte de contacto con tantos jugadores dentro del campo, el respeto por el equipo contrario, por el árbitro, por los entrenadores y por tus propios compañeros es fundamental.
Un tercer tiempo que permanecerá para siempre en tu memoria
Si me tengo que quedar con un tercer tiempo es uno que vivimos en Lalín en un partido del Seis Naciones de España-Escocia en 2004. Un tercer tiempo “espectacular”. Primero porque ganamos contra Escocia por un 6 a 5, en mi casa (Lalín), un partido del Seis Naciones, que para mi era un sueño que en mi vida imaginara que iba a cumplir.
Celebramos el tercer tiempo con un cocido de Lalín y una queimada. Y las escocesas empezaron a decir que la queimada era la pócima mágica que bebían las españolas para jugar. Todos los años siguientes en la selección, era raro el viaje en el que no se hablara del tercer tiempo de Lalín.
Se lloran las derrotas pero también hay que celebrar las victorias. Hay muchos momentos que espero que nunca se borren de mi memoria…